être égaré
Siempre he tenido la idea del ser humano como algo muy incierto, como algo muy liviano y pienso en este mundo como un sueño; como un sueño que navega en una botella en alta mar, être égaré, al garete. Jamás sabremos si llegará a alguna playa, pero soñamos con ello, tal vez para imaginar, y para desear, que alguien leerá lo que un día dibujamos y no sentirnos tan solos.La promesa de ilustrar libros es justo esa botella que hace flotar nuestra vida.